lunes, 2 de noviembre de 2015

¿Dios o una lata de tomate? - Carmen Baena González

Para empezar a entender por qué nuestro profesor nos dice que a Nietzsche no le gustaba lo que Platón provocó en la sociedad, podemos ver ejemplos muy claros en la actualidad. Cuando vamos al cine, al teatro o vemos una serie, ¿cómo suele ser el final? En general, feliz. Lo que significa que la problemática tenía una solución, y que los personajes acaban encontrándola.
¿Qué pasaría si no tuviese solución? En ese caso, estaríamos ante una tragedia, hecho poco común en nuestra época. Sin embargo, en la Antigua Grecia, era muy habitual. A todos nos sonarán nombres como Edipo y Antígonade Sófocles o Medea, de Corneille, cuyas historias podemos encontrar en los enlaces.


Más adelante, hablamos de las definiciones y de lo difícil que es hacer una en condiciones. Mencionamos a la mejor definidora española, María Moliner, e intentamos hacer una definición. Para ello, escogimos la palabra mujer. 
Para hacer una definición, tenemos que empezar por conceptos muy generales, y a partir de ahí, ir concretando.
Mientras hacíamos esto, nos dimos cuenta de que, instintivamente, los humanos queremos diferenciarnos de los animales. Incluso utilizamos diferentes palabras para el mismo hecho dependiendo de si se aplica a personas o a animales, como ''embarazada'' o ''preñada''.


Para terminar la semana, empezamos la clase viendo el cuadro de la Latas de sopa Campbell, Al ver ese cuadro, la gente normal suele pensar que es sólo una lata y que cualquiera podría haber hecho eso. Alguien que entienda algo de arte, no ve una lata, ve lo que Warhol quería decir con ella.
La comparamos con La creación de Adán, de Miguel Ángel, y también comparamos la vida cotidiana en la época de cada cuadro, ya que una idea no es siempre lo que es, también influye el contexto.
En el contexto del primero, la gente solía reunirse los domingos en la Iglesia, y todos los objetos eran artesanales.
Ahora, al único sitio al que va todo el mundo es al supermercado. Vivimos en una época en la que nada es original y hemos sustituido la religión por el consumismo, Dicho bruscamente, convertimos a Dios en una lata de sopa de tomate. Y esta frase me recuerda a un poema de Escandar Algeet que trata sobre este tema.

Matamos a dios y estuvo bien, porque no existía.
No hubo tanto que discutir, solamente nos quedamos huérfanos
de clavos ardiendo
y sin tener a lo que aferrarnos nos dejamos caer
creyendo que nosotros mismos
sabríamos salir por nuestra propia cuenta
del precipicio.

Nos dejamos caer confiando demasiado quizá
en nuestras alas.

Y está claro que algo no salió bien.

Inventamos el mercado
la economía
la democracia
y las listas del paro.

No contentos con tanto
inventamos la comunicación
los simulacros
y la pornografía.

Hasta los secretos
nos inventamos.
y las mentiras.
Sobre todo las mentiras.

Echa un vistazo al patio si no me crees.
Es una cuestión de fe no hacerlo.
Y matamos a dios, ¿recuerdas? Y estuvo bien.
De acuerdo.

Pero hemos convertido el destino en una resignación,
la miseria en rutina
y hemos reducido el fuego al calor de su potencia
hasta meterlo en un caja de cerillas
y ponerle una señal de aviso.
De advertencia.
Aquí nadie se acuerda de los sueños
y mejor,
porque tienen que dar un miedo de la ostia.

Como niños riéndose por la noche en las alcantarillas
mientras chocan sus globos contra las rejas de los desagües
y explotan.
Los globos.

Hay una capa de odio que nos hemos puesto como lentillas en los ojos.
Un disfraz caducado tan podrido que apesta como nuestras desilusiones.
Hemos cifrado la necesidad en números,
el valor en porcentajes,
y hemos puesto en oferta la falta de interés.

Nos hemos estadistiqueado hasta la médula.

¿Y para qué negarlo? Estamos perdidos.
No tenemos ni puta idea de hacia dónde vamos.
Nos rascamos la cabeza desorientados y encogiéndonos de hombros.
Tenemos muchos cómos
y ningún por qué.
Nuestro único objetivo se reduce al final
a conseguir la pasta
con la que comprar una felicidad que ya de por sí es un sucedáneo.

Porque eso hicimos con todo.
Lo pusimos un precio
y dejamos que engordara como los cerdos antes de san Martín.

La publicidad puso los escaparates.
Los gobiernos traficaron con los impuestos.
La prensa hizo su trabajo.
¿Y nosotros? ¿Que dónde estábamos nosotros?
Comprando.
Dónde íbamos a estar si no.

Sin una filosofía a la que aferrarnos,
sin nada
sin absolutamente nada
por lo que poder jugarnos la vida.

Nuestra única vida,
nuestra desdichada pretenciosa y sobre todo irrepetible vida
ahora que no nos queda ni dios
y hasta los viejos se mueren en silencio.

No tenemos por lo qué luchar.
Nos da igual la mierda mientras no nos salpique.
Así que hacemos grandes letrinas en donde cagarnos
y las llamamos países,
no sea que se piensen que pensamos.

Reconozcámoslo: no tenemos ninguna respuesta.
Todavía.
Matamos a dios y estuvo bien, porque no existía,
pero nos quedamos sin clavos ardiendo
a los que aferrarnos
y así estamos: cayendo.

Y sin ninguna fe ya en los milagros.

O todavía.

Después, vimos la diferencia entre la ontología y la epistemología.
Desde un punto de vista ontológico, tratamos la realidad, dando por sentado que la realidad material solo se entiende si supones una realidad abstracta. También que nuestro universo está ordenado, y que la alteración de cualquiera de las variables, aunque fuese infinitesimal, significaría una realidad completamente distinta. Según Platón, nada de esto puede estar hecho por casualidad, creyendo por consiguiente en un demiurgo. Demócrito, en cambio, pensaba que estaba hecho por casualidad.
Pusimos como ejemplo a las mariposas cuyas alas se parecen a las hojas de los árboles en los que habitan para no ser cazadas, barajando las posibilidades de que, o bien había un diseñador superior, o bien era cuestión de selección natural.
El misterio que encontramos en este caso y en todo el universo es el mismo, ¿por qué está ordenado?
Sin embargo, en la epistemología tratamos el conocimiento al que llegamos a través de los sentidos y la razón, teniendo en cuenta simplemente esto y sabiendo que nuestros sentidos pueden llevarnos a error. El ejemplo que vimos aquí fue el de Matrix como una metáfora de la caverna de Platón.

8 comentarios:

  1. Hola Carmen.
    Has tocado todos los temas tratados en tu semana y los has sabido desarrollar bien en tu entrada, aportando originalidad y ejemplos tuyos. Nada que añadir.
    ¡Buen trabajo!
    José García Torres 2ºBach A

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  2. Hola Carmen te felicito por tu trabajo, está muy completo y resumido. Respecto al tema de la taberna de Platón, ¿podrías decir algunos ejemplos más actuales?
    Un saludo
    Eva Balmont Rica 2ºBachillerato C

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    1. Muchas gracias, ¡y claro! Supongo que te referiras a la alegoría de la caverna, y uno de los ejemplos de actualidad que creo que más se parece es la información que nos llega por los medios de comunicación. Lo que llega a nuestros oídos, nos lo creemos y lo damos por sentado. Asumimos que sabemos cómo funcionan otros países, otras culturas, qué provoca las guerras y quienes las controlan... Pero la verdad es que si de repente apareciésemos allí, en medio de una guerra o, por ejemplo, en un país de cultura musulmana, no sabríamos absolutamente nada de él, simplemente las ''sombras'' y ''sonidos'' que nos llegaban.

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  3. Hola Carmen. Creo que has hecho un gran trabajo sobretodo por la gran claridad que hay al explicar lo visto esta semana, ya haya sido por lo bien resumido que esta o por los ejemplo.
    Muy buen trabajo,
    Alejandro Caballero Luque - 2° Bach. C

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  4. Buenas Carmen, me ha gustado mucho cómo has redactado tu trabajo de esta semana y el hecho de explicarlo con ejemplos hace la lectura más interesante. Tengo una pregunta para ti: Según tu definición de ser humano, ¿nos podríamos considerar animales o por el contrario sería incorrecto relacionar el término ''humano'' con ''animal''?
    Sergio De Los Santos Aguilar 2ºBach A

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    1. ¡Gracias! Y uf, es una pregunta bastante difícil... Queramos o no hacerlo, tenemos que considerarnos animales, ya que pertenecemos a ellos, pero creo que más allá de ahí no tenemos absolutamente nada que ver con el resto de animales. Nos hemos desarrollado muchísimo más rápido, y las diferencias son ya tan grandes que apenas parecemos del mismo reino.

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  5. Hola Carmen.
    Buen trabajo y bastante bien desarrollado. Bastantes buenos ejemplos y unas explicaciones bastante claras de todo. Lo único el pequeño fallo ese que vimos en clase de la difícil legibilidad del poema. Pero en general, como ya te digo, muy bien. Buen trabajo!

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  6. Hola Carmen.
    Está muy bien el trabajo, aunque veo que no has cambiado el tipo de letra como te dijo el profesor. El poema es muy "nietzscheliano" por lo que es algo brutal, pero es un gran aporte a la entrada. Genial!

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